Los oscilla eran unos elementos decorativos muy comunes en los jardines romanos. Se trata de placas votivas en forma de pelta o circular, decoradas con diversos motivos, generalmente relacionados con el dios Baco y el teatro. Habitualmente se colgaban en los intercolumnios del peristilo de las casas romanas o en el hortus, de forma que oscilasen con el viento.
La pieza del Museo Arqueológico de Córdoba presenta un grado de conservación magnífico por ambas caras, en las que se puede apreciar dos figuras con máscaras teatrales.
Los asistentes pintaran un oscillum de arcilla, creado para esta actividad e inspirado por la pieza que custodia el Museo Arqueológico de Córdoba.