Títeres romanos
Los títeres son y han sido desde la antigüedad, un recurso atractivo y sencillo para contar una historia. Desde las sombras chinescas, pasando por las marionetas de dedo y hasta las elaboradas marionetas de barra del siglo XVIII, los títeres permiten a su manipulador simular que no es él quien emite los juicios de valor, las sentencias, acusaciones, burlas, …, sino que “son otros” los que expresan su opinión.
Aunque en un principio eran utilizados con un sentido sacro, especialmente en Egipto y Grecia, en Roma experimentan una transformación drástica. Los títeres pasan a manos del pueblo, que los esgrime como arma. El oficio de titiritero no estaba muy bien visto, de hecho estaba considerado un oficio subversivo y de protesta que en numerosas ocasiones conllevaba la persecución e incluso el destierro. Tanto fue así, que pocos ciudadanos se atrevían a violar la prohibición de ejercer este oficio, destinado a extranjeros y esclavos.
El material en que estaban elaborados estos títeres podía ser el barro cocido, madera, asta de animal o hueso en menor medida. Así mismo podían estar articulado o no. Su variedad se entrelaza con las denominadas pupas y los juguetes de niños.
Podían contar con pequeños escenarios portátiles o no, así como contar con accesorios más allá de los propios títeres que ayudaran al desarrollo de la historia a contar.
SEXTO MARIO, tomando como referencia todos estos antecedentes históricos desarrolla producciones de títeres romanos. Como en todas nuestras obras, cuidamos expresamente la escenografía, vestuario y atrezzo con el objetivo de dotar siempre a las mismas del máximo rigor histórico, si bien, cuando nuestro público va a ser mayoritariamente infantil, procuramos incluir atrezzo que nos permita su participación y haga la actividad más amena y apta para sus gustos.
El propio escenario (desarrollado sobre una carretilla que pone de manifiesto el carácter ambulante de este tipo de obras) como los títeres (realizados en madera) y el propio telón de fondo están realizados tomando como referencia las fuentes históricas disponibles.
Esta actividad recreacionista, la ambientamos bajo la figura de Caius Pomponius, un actor romano de tragedias venido a menos y que, acompañado de su mujer y su compañía de títeres, se gana la vida en los campamentos de legionarios o en las calles de las distintas urbes del imperio con su teatro ambulante de títeres.
Las obras tienen una duración de 30 a 40 minutos y mantienen en cualquier caso la diversión de los asistentes con una obra desenfadada, ágil y con alto contenido didáctico que reforzamos con una gran participación del público.
Producciones Caius Pomponius
Los títeres son y han sido desde la antigüedad, un recurso atractivo y sencillo para contar una historia. Desde las sombras chinescas, pasando por las marionetas de dedo y hasta las elaboradas marionetas de barra del siglo XVIII, los títeres permiten a su manipulador simular que no es él quien emite los juicios de valor, las sentencias, acusaciones, burlas, …, sino que “son otros” los que expresan su opinión.
Aunque en un principio eran utilizados con un sentido sacro, especialmente en Egipto y Grecia, en Roma experimentan una transformación drástica. Los títeres pasan a manos del pueblo, que los esgrime como arma. El oficio de titiritero no estaba muy bien visto, de hecho estaba considerado un oficio subversivo y de protesta que en numerosas ocasiones conllevaba la persecución e incluso el destierro. Tanto fue así, que pocos ciudadanos se atrevían a violar la prohibición de ejercer este oficio, destinado a extranjeros y esclavos.
El material en que estaban elaborados estos títeres podía ser el barro cocido, madera, asta de animal o hueso en menor medida. Así mismo podían estar articulado o no. Su variedad se entrelaza con las denominadas pupas y los juguetes de niños.
Podían contar con pequeños escenarios portátiles o no, así como contar con accesorios más allá de los propios títeres que ayudaran al desarrollo de la historia a contar.
SEXTO MARIO, tomando como referencia todos estos antecedentes históricos desarrolla producciones de títeres romanos. Como en todas nuestras obras, cuidamos expresamente la escenografía, vestuario y atrezzo con el objetivo de dotar siempre a las mismas del máximo rigor histórico, si bien, cuando nuestro público va a ser mayoritariamente infantil, procuramos incluir atrezzo que nos permita su participación y haga la actividad más amena y apta para sus gustos.
El propio escenario (desarrollado sobre una carretilla que pone de manifiesto el carácter ambulante de este tipo de obras) como los títeres (realizados en madera) y el propio telón de fondo están realizados tomando como referencia las fuentes históricas disponibles.
Esta actividad recreacionista, la ambientamos bajo la figura de Caius Pomponius, un actor romano de tragedias venido a menos y que, acompañado de su mujer y su compañía de títeres, se gana la vida en los campamentos de legionarios o en las calles de las distintas urbes del imperio con su teatro ambulante de títeres.
Las obras tienen una duración de 30 a 40 minutos y mantienen en cualquier caso la diversión de los asistentes con una obra desenfadada, ágil y con alto contenido didáctico que reforzamos con una gran participación del público.